Tuesday, April 17, 2007

Amigos

Hay que aprender
que no todos los amigos son para todo
y a no esperar
lo que sabemos que no debemos o no podemos esperar.
Para evitar decepciones.
Para seguir siendo amigos.

Porque son como son,
somos amigos,
y porque son como son,
y no como nosotros,
no podemos compartirlo todo.





No va por nadie. Es una reflexión con la que creo que todo el mundo estará de acuerdo. Escasas son las personas con las que se pueda compartir TODO, que cubran todas nuestras necesidades (no totalmente, sino todas).

Inutil social.

Es la 1 de la mañana, deberia estar durmiendo. Escribo esto en papel (evidentemente, el texto es de ayer y ahora lo transcribo) porque encender el ordenador llevaria demasiado tiempo.


¿Por qué se desprecia la posibilidad de que alguien tenga muy poca capacidad para las relaciones sociales? ¿Por qué es normal que cuando digo que no soy capaz de hacer alguna cosa de este tipo me digan algo como "pero si es muy fácil", "si no tienes novia es porque no quieres" o "si no te relacionas más con la gente es porque no te da la gana" y me pongan caras de incredulidad o sarcasmo cuando insisto; y en cambio es ofensivo que yo diga "pero si la electrodinámica es muy fácil", "si no resuelves este problema es porque no quieres" o "si no estás estudiando una carrera es porque no te de la gana". No he encontrado buenos ejemplos, pero creo que se entiende la idea. La capacidad social se da por sentada y se ridiculiza la posibilidad de que a alguien le falte.

Bueno, la próxima vez que alguien me suelte una frasecita de este tipo o se ponga incrédulo, irónico o sarcástico cuando le diga que NO PUEDO hacer algo le enviaré a tomar por culo, y no me molestaré en explicarselo si no entiende lo que pasa.

Monday, April 9, 2007

c

A partir de los resultados de un experimento que hice hace 2 semanas en el laboratorio, acabo de calcular la velocidad de la luz. Y el resultado es bueno.

Arrodillaos.

Wednesday, April 4, 2007

Félix redux

Félix era un tipo duro. Llevaba muchos años viviendo en las calles, y conocía todos los trucos necesarios para sobrevivir. Sabia donde encontrar comida o un sitio caliente donde dormir, y si alguien se metía con él era bien capaz de dar pelea, a pesar de su edad (siempre conseguía, como mínimo, que su adversario saliera peor parado que él).


Pero este invierno estaba siendo duro. Hacia frío, y la gente de la ciudad estaba especialmente antipática. Cosa de una campaña contra los suyos, o algo así. Costaba encontrar comida, le echaban de sus lugares de descanso habituales, e incluso alguien había intentado maltratarle. Pero he pasado otros inviernos más difíciles, pensaba Félix. Sobreviviré también a este, se decía.


Pasaron las semanas y las cosas no mejoraron. En absoluto. Un dia cualquiera de febrero, Félix estaba tendido en la calle, muerto de frío y hambre en un rincón. Un poco de leche era lo último que se había llevado a la boca, porque alguien con demasiada humanidad como para hacer caso a estúpidas campañas había tenido a bien dársela.

Mientras un extraño calor le invadía el cuerpo, recordaba como le gustaba la leche cuando convivía con el doctor Erwin S., en su juventud. Un buen tipo el tal Erwin, aunque un poco raro, con su gusto por los experimentos que incluyeran cajas y botellas. Todo era tan fácil entonces… ¿Por qué se fue? Pero no, no se arrepentía de haberlo hecho. Había vivido una buena vida, una vida interesante, y estaba satisfecho. Había tenido suficiente. Pensando esto, dejó que el calor lo tomara y le robara las fuerzas, y finalmente su vida acabara.

Y así Félix, el gato de Schrödinger, murió sólo. Determinista y definitivamente, sin que nadie lo viera ni comprobara.