Hey, hola. Mira, ¡un blog abandonado! Iba a escribir un algo y guardarlo en una carpeta, pero me he acordado de que existía esto y he pensado que mejor lo cuelgo aquí, a la intemperie, aunque no pase nadie que lo vaya a leer. Mejor dicho, porque no pasa nadie.
El caso es que estaba hace un rato pensando en todos aquellos textos que escribíamos (o escribía yo, al menos) en la juventud. Con poca vergüenza, algo de pasión e ideas frescas, inocentes y poco elaboradas. ¿Por qué dejé de escribir esas cosas?, me he preguntado. Por vergüenza. ¿¿Por vergüenza?? Menuda excusa de culo... Así que he decidido que nunca debí dejar de escribir, y que debería volver a hacerlo. Y por eso estoy escribiendo esto así, espontáneamente, y aquí, donde no lo leerá nadie. Y, mierda, no va a quedar como aquellas cosas que escribía, pero es un principio. Supongo. O igual vuelvo dentro de dos años.
Bah, para un primer intento no está mal. Lo damos por bueno y lo dejamos aquí (o dicho de otra forma... Le damos un aplauso y le dejamos que se vaya?)
No comments:
Post a Comment